Del Evangelio de san Juan 7, 1-2. 10. 25-30. Adaptación.
Un día, Jesús estaba caminando por un lugar llamado Galilea. No quería ir a otro sitio porque algunas personas no lo querían y querían hacerle daño.
Había una gran fiesta y muchos fueron a celebrarla. Jesús también fue, pero sin que nadie lo viera. Cuando llegó, algunas personas empezaron a hablar de él:
«¿No es este Jesús? ¿Por qué habla tan tranquilo si hay gente que no lo quiere?»
Jesús los escuchó y les dijo: «Vosotros sabéis quién soy y de dónde vengo, pero yo no vengo solo. Mi papá Dios me envió, y Él es el más importante».
Algunas personas querían atrapar a Jesús, pero no pudieron, porque todavía no era el momento.
Jesús, en la historia de hoy veo que Tú siempre decías la verdad y no tenías miedo, aunque algunas personas no te querían. Tú sabías que Dios Padre estaba contigo y te cuidaba siempre, por eso te lanzabas como esa persona de la foto.
A veces, yo también tengo miedo de decir que te quiero y que soy tu amigo. Algunas personas podrían reírse o no entenderlo. Pero sé que quererte es lo más bonito y quiero hacerlo siempre con alegría.
Jesús, ayúdame a ser valiente,
a hablar de ti con cariño y respeto
y a mostrar con mis palabras y mis gestos que soy tu amigo.
Si alguna vez me siento triste o alguien no me entiende,
quiero recordar que tú siempre estás conmigo y me cuidas.
¡Te quiero mucho, Jesús! Amén.
Hoy hablaré de Jesús a algún amigo, familiar o compañero.
