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Del Evangelio de Juan 5, 31-47

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos:

«Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio en favor de la verdad. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz.

Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar, esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado».

El otro día leí un artículo que decía que uno de cada tres jóvenes quiere ser influencer. Llama la atención que en un mundo que ensalza la libertad necesitemos que alguien nos diga cómo tenemos que vestir, qué tenemos que comer o a dónde tenemos que ir.

Yo no quiero que nadie influya en mis decisiones, mis gustos o mis pensamientos. Lo que necesito de verdad son referencers, personas que me ayuden a descubrir dónde está la verdad, lo bello, lo bueno y lo que de verdad merece la pena.

Señor, Tú eres el mejor referencer de la historia. Los que te conocieron quedaron asombrados. Y la gente te escuchaba con ganas porque se daba cuenta de que, a diferencia de otros influencers, que muchas veces buscaban su interés, Tú sólo querías lo mejor para ellos. Tu manera de hablar, tu manera de relacionarte, tus signos y prodigios manifestaban que vivías como predicabas.

Señor, ayúdame a ser referencer para los demás. Dame valentía para mostrar sin miedo que creo en Ti y que encontrarme contigo me ha cambiado la vida. Señor, que mis palabras, mis gestos y toda mi vida provoque curiosidad en el corazón de los que me rodean para que puedan encontrarse contigo. 

Amén.

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