Del Evangelio de Mateo 6, 7-15. (Adaptación)
Hace mucho tiempo, dijo Jesús a sus amigos:
«Cuando habléis con mi Padre, decid:
“Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,
danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal”.
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas».
Jesús es el mejor, no sólo hace milagros, ayuda a la gente, nos quiere con locura si no que además nos enseña. Igual que un cocinero enseña a sus ayudantes a hacer una pizza, Jeśus nos enseña a rezar. Jesús que es muy bueno, al que no le haría falta rezar, se pone a rezar a su padre Dios y nos deja esa oración para que nosotros también aprendamos a rezar. Jesús, gracias por ser el mejor profesor del mundo y por enseñarme a rezar. Gracias, Jesús.
Canto: Padrenuestro. Unai Quirós
Hoy voy a rezar despacito el Padrenuestro y voy a pensar en Jesús cuando lo esté diciendo.