Del Evangelio de Lucas 11, 29-32
En aquel tiempo, la gente rodeaba a Jesús, y él les dijo: «Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación”.
Jonás fue enviado por Dios a la ciudad de Nínive a proclamar su mensaje. A Jonás no le gustó la idea, no tenía ninguna intención de ir a esa ciudad enemiga a predicar y decidió huir. Una ballena se lo tragó y estuvo 3 días en el vientre de la ballena. Entonces se dio cuenta de lo que estaba haciendo, alabó a Dios y decidió cumplir lo que Dios le pedía. Hoy Jesús en el evangelio nos lo recuerda. ¿Qué nos está pidiendo hoy a nosotros?
Jesús, hoy me doy cuenta de que a veces nosotros también actuamos como Jonás, cuando nos negamos a ir a misa los domingos, cuando dudamos al preguntarnos si creemos en Dios, cuando nos da vergüenza decir que somos cristianos.
Pero sin embargo tú, Jesús, a mí me pides que sea valiente para contar a los demás
que conocerte es un gran regalo.
Hay gente valiente que al hablar de Ti se siente libre y no le importa lo que digan los demás… Daddy Yankee anunció en su último concierto que Tú, Jesús, le habías cambiado la vida, y los que le escuchaban se quedaron sorprendidos.
Gracias por haberme elegido para conocer tu mensaje y por todas las personas que me hablan de ti. Por mi familia, mis profesores, mis catequistas, porque enseñan tu mensaje y me ayudan a conocerte.
Gracias por tener paciencia conmigo incluso cuando, como a Jonás, me cuesta anunciarte, me cuesta hablar de ti. Sé que sabes que muchas veces no es fácil, pero en esta Cuaresma quiero dar el paso de decir a los demás que eres importante para mí y ser valiente para reconocer que soy creyente. Ayúdame para que así sea.
Amén.
Piensa en las personas que te han acercado a Dios y dales las gracias por haberte conducido hasta Él.