Skip to main content

Del Evangelio de Juan 2, 13-25. (Adaptación) 

Jesús, cerca de la gran fiesta de Pascua, subió a Jerusalén. Y cuando entró en el templo, lo encontró sucio, lleno de animales y de personas vendiendo y comprando. Se enfadó mucho y mandó salir a todos de allí.

¡Uy! Jesús está enfadado. ¡Qué raro! Llega al templo y se lo encuentra hecho un desastre… Y es que le hubiera gustado que estuviera tan limpio, tan cuidado y tan bonito como la foto que vemos hoy. 

Resulta que nuestro corazón a veces también está un poco desordenado, lleno de cosas, sucio y a veces no te dejo pasar, no te hago un hueco a ti, Jesús. Y mi corazón es tu casa porque quieres estar en nuestro corazón y amarnos con locura. 

Hoy te pido, Jesús, que la puerta de mi corazón esté siempre abierta para que vengas tú. 

Quiero que estés en mi corazón y me ayudes a crecer cada día. 

Dame un corazón bien limpito y brillante para dar a todos tu cariño. Amén. 

Canto: Dame un nuevo corazón

Hoy voy a pedirle a papá, a mamá o a los abuelos que me lleven a la iglesia para estar un ratito con Jesús.