Del Evangelio de san Juan 10, 31-42. Adaptación.
De nuevo los judíos cogieron piedras para tirárselas a Jesús. Jesús les dijo: «¿Por qué me apedreáis?». Los judíos le dijeron: «Por todo lo que dices y haces. ¿Crees que eres Dios?».
Jesús, con sus gestos y sus palabras, nos enseña quién es él y quién es su papá Dios. Él es muy bueno y ayuda a todos. Algunas personas no lo aceptan y quieren hacerle daño, pero otras, le miran con cariño y creen en Él.
Cuando escucho esta historia, me pregunto: ¿qué le diría yo a las personas que quieren hacerle daño a Jesús? ¿Quién eres tú, Jesús? A veces, me doy cuenta de que soy un poco duro, como ese corazón, y no soy tan amable y tan cariñoso como me enseña Jesús. A veces, mis palabras hacen daño a los demás, y me olvido que mis gestos y mis palabras también tienen que hablar de ti.
Quiero conocerte más, Jesús,
quiero estar cerca de ti y aprender de ti.
Quiero mirarte y escucharte
y todo lo que veo me ayude a ser un poquito mejor.
Ayúdame a ser más amable,
a cuidar a los demás
y a ser un buen amigo.
Dame un corazón abierto para quererte como san Francisco,
y para darte las gracias cada día. Amén.
Hoy voy a tener un gesto bonito con un amigo con el que no juego normalmente.
