Del Evangelio de san Juan 12, 1-11. Adaptación.
Antes de la fiesta de Pascua, Jesús fue a casa de sus amigos Marta, María y Lázaro a cenar. Marta preparó y puso la cena en la mesa, y Lázaro se sentó con él. Mientras estaban allí, María cogió el mejor perfume que tenía y limpió los pies de Jesús. Su amigo Judas, no entendía por qué había usado un perfume tan valioso para limpiar los pies de Jesús y Jesús se lo explicó.
Jesús estaba con sus amigos Marta, María y Lázaro en la mesa, pero no estaba tan contento como otras veces. Sabía que algo triste iba a pasar. María, sin saber lo que Jesús sentía, rompió un frasco con un perfume muy caro y lo usó para perfumar a Jesús. Jesús, al ver esto, se dio cuenta de cuánto de cuánto
nos quiere su papá Dios y se puso a orar: “Papá, te quiero mucho. Estoy aquí para que todos sepas cuánto les quieres pero pocos lo entienden. Algunos no se dan cuenta. Otros se enfadan e incluso quieren hacerme daño”. Y le dio gracias por el cariño de su amiga María.
Jesús, estos días son difíciles.
Yo soy pequeño y me cuesta entender todo.
Dame un corazón abierto para abrazarte, como tu amiga María
y estar siempre a tu lado.
Dame manos dispuestas para enseñar a los demás cuánto nos amas. Amén.
Hoy voy a hacer un dibujo a la persona que me enseña quién es Jesús cada día.
