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Del evangelio de Lucas 1,5-25. Adaptación:

Zacarías era sacerdote y estaba casado con Isabel. Eran muy mayores y de repente, un ángel llegó y le dijo a Zacarías: «No tengas miedo, Zacarías, tu mujer, Isabel tiene un bebé en su tripita y le pondrás por nombre Juan. Irá delante de Jesús y ayudará a las personas a cambiar el corazón».

Señor, igual que Zacarías, a veces nosotros también tenemos miedo o pensamos que las cosas no van a cambiar.
Pero tú nos recuerdas que si confiamos en ti, haces cosas grandes.

Juan sería un niño muy especial, lleno del Espíritu Santo, y ayudaría a la gente a preparar el corazón para recibir a Jesús.
Tú también nos llamas a nosotros a preparar el corazón: a ser buenos, a hacer caso, a querer a nuestra familia, a compartir y a perdonar.

Por eso hoy te decimos:

Gracias, Jesús, porque nos escuchas siempre.

Gracias, porque mandas a tus mensajeros para cuidarnos.
Ayúdanos a confiar en ti, como Zacarías e Isabel.
Haz que también nosotros preparemos el camino, siendo niños llenos de amor, alegría y paz.

A lo largo del día buscaré momentos para confiar más: levantar la mano aunque me equivoque, intentar una tarea nueva o resolver un pequeño conflicto en el patio. Dios me invita a caminar sin miedo porque Él nunca me deja solo.

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