Del evangelio de Lucas 1,5-25. Adaptación:
Zacarías era sacerdote y estaba casado con Isabel. Eran muy mayores y de repente, un ángel llegó y le dijo a Zacarías: «No tengas miedo, Zacarías, tu mujer, Isabel tiene un bebé en su tripita y le pondrás por nombre Juan. Irá delante de Jesús y ayudará a las personas a cambiar el corazón».
¡Mira! Un padre y un hijo. Están juntos, en el camino. ¡Es lo que soñaban Isabel y Zacarías, los papás de Juan! Eran muy mayores y no podían tener bebés pero en sueños, un ángel le contó a Zacarías lo que iba a suceder.
A nosotros, seguro que en sueños también nos dice cada día algo Dios. ¿Alguien le ha escuchado alguna vez mientras dormía?
Jesús, quiero ser como Zacarías.
Ayúdame a llenarme de alegría,
a regalar una sonrisa,
a dar buenas noticias y fuertes abrazos;
ayúdame a contagiar la alegría a los demás
y confiar en ti y a cambiar mi corazón
como lo hizo san Francisco de Asís.
Quiero que nazcas en mi corazón,
en mi casa, en mi colegio, en mi parroquia.
Quiero ser tu cuna, Jesús. Amén.
Hoy pienso en alguien y le pido por él a Jesús.