✝️ Sacerdotes y Mártires | 9 de agosto
El 9 de agosto de 1991, los padres franciscanos polacos Michał Tomaszek y Zbigniew Strzałkowski fueron asesinados en Pariacoto, Perú, por odio a la fe, mientras servían como misioneros en la diócesis de Chimbote. Ambos pertenecían a la Orden de los Hermanos Menores Conventuales y fueron beatificados el 5 de diciembre de 2015 durante el pontificado del Papa Francisco.
👣 Biografías
Michał Tomaszek
Nació el 23 de septiembre de 1960 en Łękawica, Polonia. Ingresó al seminario menor de los Franciscanos Conventuales en Legnica a los 15 años y profesó sus votos temporales en 1981. Fue ordenado sacerdote el 23 de mayo de 1987 y partió como misionero a Perú el 25 de julio de 1989.es.catholic.net
Zbigniew Strzałkowski
Nació el 3 de julio de 1958 en Tarnów, Polonia. Ingresó al noviciado de los Franciscanos Conventuales en 1979 y fue ordenado sacerdote el 7 de junio de 1986. Viajó a Perú como misionero el 30 de noviembre de 1988.es.catholic.net
🌄 Misión en los Andes Peruanos
Los padres Michał y Zbigniew fueron enviados a la parroquia de Pariacoto, ubicada en una región rural y pobre de los Andes peruanos. Su labor pastoral incluía la formación de comunidades cristianas y la creación de una escuela para catequistas. A pesar de las difíciles condiciones de vida y las amenazas del grupo terrorista Sendero Luminoso, ambos sacerdotes decidieron permanecer con su comunidad.
⚔️ Martirio
El 9 de agosto de 1991, tras celebrar la misa y la exposición del Santísimo Sacramento, los padres Michał y Zbigniew fueron secuestrados por miembros de Sendero Luminoso. Fueron asesinados cerca del cementerio de Pariacoto junto a los alcaldes de Pariacoto y Pueblo Viejo. Los terroristas justificaron su acto alegando que los sacerdotes «engañaban al pueblo» con su predicación y distribución de alimentos.
«La muerte estos Siervos de Dios fue una repetición del martirio de los primeros franciscanos. Su presencia en el lejano Perú fue una continua búsqueda del mejor modo de vivir, según el Evangelio. Con gran sencillez y, al mismo tiempo, con un espíritu actualizado, supieron servir a Cristo y a los más pobres, como lo hubiera querido San Francisco. Durante los dos años escasos, viviendo en un hermoso rincón andino del departamento de Ancash, dieron un magnífico testimonio de vida franciscana y de organización religiosa. Esta gran explosión del bien no logró pasar desapercibida. Ahora se comprueba que significó un gran peligro para los grupos terroristas que actuaban en aquella zona de Perú. El diálogo de 40 minutos de duración con los guerrilleros de la rama terrorista más fanática fue realmente muy significativo. Estos dos Hermanos menores, siempre salían al encuentro de los campesinos más necesitados, con una gran bondad de corazón, y se enfrentaron a la veintena de terroristas, con esta misma actitud; estaban impregnados de un profundo amor a Cristo.
Dios los probó y los encontró dignos de sí… y aceptó su holocausto@ (Sab 3, 5-6). Los Padres Miguel y Zbigniew entregaron su vida por defender los valores de la fe católica. Esta dolorosa experiencia que nos tocó vivir nos invita a estudiar una vez más la compleja realidad andina. Debemos intentar comprenderla, dando una respuesta a cómo es la religiosidad popular de los descendientes de los incas. Los festejos del 500 aniversario de la evangelización de Latinoamérica nos proporcionan un rico material para la reflexión.
La provincia franciscana cracoviense no abandonó la misión, aunque durante los tres primeros años, después del atentado terrorista, no fue posible residir allí de un modo estable. Actualmente, nuestra presencia en aquellas tierras se va consolidando, van llegando nuevos misioneros polacos y hay más vocaciones locales a la Orden. Ésta es una evidente señal de que las dos semillas –con nombres propios: Miguel y Zbigniew– están dando abundante fruto». (LA VIDA QUE NACE DEL MARTIRIO).
🙏 Beatificación
El Papa Francisco aprobó su beatificación, que se llevó a cabo el 5 de diciembre de 2015. Los Beatos Michał Tomaszek y Zbigniew Strzałkowski son recordados como mártires que dieron su vida por amor a Dios y al prójimo.
