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Del evangelio de Lucas 1,46-56. Adaptación.

En aquel tiempo María dijo: «Mi alma canta con alegría el amor de Dios que me cuida y me salva. Él me mira con cariño. Por eso todos me dirán que soy feliz. Su amor es enorme y llega a todos los hombres de corazón humilde.»

Señor Jesús, hoy escuchamos las palabras de María, llenas de alegría. Cuando visitó a su prima Isabel, María dijo un canto muy bonito para darte gracias. Ella decía:

“Mi alma está feliz porque Dios me quiere y hace cosas grandes en mí. Dios cuida de los humildes, ayuda a los que lo necesitan y tiene un corazón lleno de amor.”

María sabía que Dios siempre cumple sus promesas y que nunca abandona a la gente que pide ayuda como las personas de la foto.
Por eso confió en Él con todo su corazón.

Señor, gracias por María, que supo reconocer todo lo bueno que tú haces.
Ayúdanos también a dar gracias por lo que tenemos, a ser humildes, a ayudar a los demás y a confiar en tu amor cada día.

Amén.

Hoy daré gracias a Dios por las cosas buenas que hace por mí: mis profes, mis amigos, mi cole y mi familia. Hoy intentaré decir “gracias” muchas veces y recordar que Dios me cuida con amor, igual que cuidó de María.

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