Del Evangelio de san Mateo 3, 1-12. Adaptación.
Por aquellos días Juan se presentó en el desierto de Judea, anunciando a todos: “Tenéis que cambiar porque el reino de los cielos está cerca”. “Preparad el camino para la llegada del Señor”.
Juan vivía en el desierto, llevaba un vestido de piel de camello y se alimentaba de saltamontes y de miel silvestre. Todos le buscaban y él les bautizaba y perdonaba sus pecados.
Jesús, cuántas cosas tengo para mí: juguetes, ropa, consola, chuches… A veces me cuesta mucho compartirlas con mis hermanos, mis compañeros o mis padres y cada vez quiero más.
Se está acercando la Navidad y si tengo el corazón lleno de cosas y egoísmo, como ese bote, tú no podrás entrar. Y yo necesito que entres en mi corazón porque es tuyo.
Jesús, te pido que me ayudes a prepararme para tu llegada, siendo un poco menos egoísta cada día con los demás y aprendiendo que lo mejor de la vida es tu amor.
Amén.
Hoy voy a intentar compartir un poquito más mis cosas y ser más generoso, para así hacer hueco a Jesús en mi corazón.







