Del evangelio de san Mateo 1, 1-17
Jesús fue descendiente de David y de Abraham. Muchos, muchos, muchos familiares vivieron antes que él.
En la Biblia, que es el libro que nos cuenta la vida de Jesús y el plan que Dios tiene para nosotros, aparecen muchos nombres de personas que vivieron hace mucho tiempo: eran reyes, pastores, carpinteros…
Todas esas personas querían hacer el bien, pero a veces se equivocaban, como nos pasa también a nosotros.
Ellos esperaban algo muy especial: esperaban a una persona que les iba a salvar. Se lo había prometido Dios.
Y un día, llegó María, una mujer muy buena y llena de amor.
De María nació esa persona que vemos en la imagen. ¿Quién es? ¡Es Jesús! Con Él llegó la alegría más grande que todos estaban esperando.
Jesús vino para llenarnos de amor y cariño, para hacernos hijos de Dios, hermanos y amigos de todos.
Por eso en Navidad estamos tan felices: ¡porque Jesús viene para estar con nosotros!
Jesús, te esperamos con alegría.
Ven a mi corazón.
Cuídame y lléname de amor.
Hazme que mi corazón sea tu cuna.
Ayúdame a cuidarte y a cuidar a los demás. Amén.
Hoy voy a recordar que Jesús viene despacito, como la historia de las personas que esperaron su llegada. En el cole intentaré hacer las cosas sin prisas: pintar con calma, escuchar bien, respetar turnos, dejando que la esperanza crezca poco a poco en mí.






