Del Evangelio de san Mateo 7, 21.24-27. Adaptación.
Jesús dijo a sus amigos: “Un hombre bueno y prudente construyó su casa sobre roca. Y fue una casa fuerte y nunca se derrumbó”.
Jesús, quiero escuchar lo que tú dices y hacerlo con todo mi corazón. Quiero ser como esas piedras que están sobre la roca y no se caen.
Ayúdame a no hacer las cosas “porque sí”, sino a elegir lo que está bien. Enséñame a ser fuerte contigo y a construir mi vida con tu amor.
Jesús, tú eres mi roca y contigo estoy seguro.
Amén.
A lo largo del día de hoy intentaré elegir lo que está bien, incluso cuando me cueste. Si me enfado, respiraré; si tengo prisa, esperaré; si quiero gritar, hablaré suave. Jesús me enseña que la roca se hace con pequeñas decisiones de amor.







