Del Evangelio de san Juan 8,51-59. Adaptación.
Hace mucho tiempo, Jesús dijo a los judíos: «En verdad, en verdad os digo: quien guarda mi palabra, estará siempre lleno de vida».
Ellos se enfadaron porque no le entendían y comenzaron a tirarle piedras, pero Jesús se marchó.
Jesús, tus palabras nos dan fuerza y nos hacen sentir bien. Cuando estamos tristes, nos das paz. Cuando hay tormentas como la de la imagen, si estamos a tu lado, estamos tranquilos.
Ayúdame, Jesús, a acercarme más a ti
y a recordar, cada día, cuánto me quieres.
Ayúdame a aprender de las personas que te quieren mucho.
Cada día quiero escucharte y poner todo tu cariño en las cosas pequeñas.
Jesús, ayúdame a conocerte mejor, a quererte más y a estar siempre contigo.
Danos un corazón lleno de paz,
para hacer lo que te gusta. Amén.
Hoy ayudaré en el patio a alguien que lo esté pasando mal.
