Del Evangelio de san Juan 5, 17-30. Adaptación.
Hace mucho tiempo, dijo Jesús a los judíos: “No hago lo que a mí me apetece, hago lo que mi Padre quiere. Eso es bueno para todos vosotros”.
Jesús, en este tiempo especial, me recuerdas que siempre estás conmigo y que me quieres mucho. Si tuviera que atravesar cualquiera de estas tres ventanas, ahí estarías tú, Jesús. Tu amor nunca cambia, estás cerquita de mí siempre, cuando estoy contento y cuando estoy triste también.
Hoy aprendo que tú me guías y me cuidas. Aunque a veces no entiendo todo, sé que tú me enseñas con mucho amor, a través de mi familia, mis amigos, mis profes y todas las personas que me ayudan a conocerte mejor.
Gracias, Dios Padre, Jesús y Espíritu Santo. ¡Cuánto me queréis!
Gracias por estar conmigo cada día
y por enseñarme a quererte más.
Ayúdame a tener un corazón grande y lleno de amor.
¡Te quiero mucho, Jesús! Amén.
Hoy hago un ratito de silencio, hablo con Jesús e intento escucharle.
