Del evangelio de san Lucas 10, 21-24. Adaptación.
Hace mucho tiempo dijo Jesús a su papá Dios: “Te doy gracias, Papá, porque lo importante, lo enseñas a los más pequeños”.
Señor Jesús, a veces no me doy cuenta de lo bueno que tengo. Y pienso en querer más y más, como los papás y mamás que juegan a la lotería. ¡Tengo tu gracia! Cuando juego con mis amigos, cuando me abrazan mis papás, cuando como algo rico… ¡es todo tan bonito! ¿Por qué soy tan afortunado? Tú me dices que soy especial para ti, como un niño pequeño. ¡Qué alegría!
Quiero contarle a todo el mundo lo bueno que eres tú.
A mis papás, a mis amigos, a todos los que quiero.
Gracias, Señor, por ser mi amigo. Amén.
Hoy doy gracias a Jesús por las personas que me hablan de él cada día.