Jesús, Pedro era  uno  de tus grandes amigos, y el más valiente. Era fuerte como una roca  y siempre quería protegerte. Pero llegó el día más difícil y tuvo  miedo. Tanto, que no encontró su fortaleza  y  negó ser amigo tuyo. Cuando se dio  cuenta de lo que había hecho se le rompió el corazón y  no podía dejar de llorar.

Tú, Jesús, le conocías bien y le amabas, con sus fortalezas  y sus debilidades. Igual que haces conmigo. Sabes bien que a veces me equivoco y me sigues queriendo mucho, con locura. Jesús, ayúdame a reconocer mis equivocaciones, a pedirte ayuda  y perdón.

Jesús, ¡quiero seguirte! Amén. 

Canción: Atrévete

Habla con Jesús esta noche y abre tu corazón.