22/02/2023
Pon a punto el corazón
22/02/2023
Pon a punto el corazón
Del Evangelio de Mateo 6, 1-6. 16-18
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial.
Tú, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará.
Tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».
¡Oye! Sí, es a ti. ¡Ya estamos en Cuaresma! Puede que estés pensando: “Lo mismo de siempre…”. Sí y no, entre otras cosas porque tú has cambiado sin apenas darte cuenta. Pero déjame que te diga de qué va esto. A veces oímos frases del tipo: “No me da la vida”, “No tengo tiempo”, “No tengo vida”… y cosas parecidas. Hoy tienes la oportunidad de comenzar un tiempo en el que poner a punto tu corazón para recibir esa vida que echamos de menos, esa vida que anhelamos, la Vida de verdad. Y esta puesta a punto toca tres aspectos cruciales de nuestra existencia: la relación con nosotros mismos, el ayuno; la relación con los demás, la limosna; y la relación con Dios, la oración.
Tienes la oportunidad de demostrarte a ti mismo que, con la ayuda de Dios, eres más fuerte que todas esas cosas que te apetecen y tiran de ti, robándote tiempo y energías para lo importante. Piensa en una de ellas y dale con la puerta en las narices.
Tienes la oportunidad de dejar de mirarte a ti mismo para mirar al otro que necesita de ti una palabra, un gesto, una mirada, un poco de compañía. Deja de hacerte selfis y mira más allá de la pantalla de tu móvil.
Tienes la oportunidad de encontrarte dentro de ti a Aquel que está deseando escucharte, acogerte y abrazarte cada día. ¿Te atreves a quitarte los auriculares un rato para darle cabida?
¿La recompensa? Vivir a tope. Atrévete y créelo, en el Evangelio está la Vida.
Amén.
Identifica una actividad o hábito que consume mucho tiempo en tu día a día y haz un esfuerzo por reducirlo o eliminarlo durante la Cuaresma.