SAN FRANCISCO EN EL ARTE
Homenaje en la plaza pública
Homenaje en la plaza pública, Giotto | OFMConv
Autor: Giotto Di Bondone
Fecha: 1295-1299
Técnica: Fresco
Dimensiones: 230x270cm
Ubicación
Número 65
Basílica Superior de Asís
«Un hombre muy sencillo de Asís, extiende sus vestidos ante el joven Francisco y lo aclama, afirmando además, inspirado como se cree por Dios, que Francisco es digno de toda reverencia, porque está para realizar cosas grandes, por esto debe ser venerado por todos».
San Buenaventura
De los sueños de grandeza a la grandeza de un sueño…
Junio 2021
El joven Francisco aparece en la plaza del “comune” o ayuntamiento de Asís, signo del poder político (torre del comune, edificio de la izquierda) y económico (lugar del mercado, la casa de Francisco se encontraba a un paso de esa plaza). El edificio que más destaca es la fachada del antiguo templo de Minerva. Es el centro neurálgico de la pequeña ciudad umbra, que desde hace algunos años está experimentando un enorme desarrollo económico, social y político. Francisco está ricamente vestido con un manto azul, quizás una de las últimas novedades llegadas a la tienda de su padre, el rico mercante textil Pedro de Bernardone. El manto cubre todo su cuerpo de manera un tanto ampulosa, hasta el punto de tener que sujetárselo para poder caminar. Es como si este tipo de vestimenta empezara a quedársele estrecha… Tan estrecha se le quedará, que un buen día decidirá despojarse totalmente de ella para empezar a vestir con una simple túnica remendada y ceñida a la cintura con una pobre cuerda.
El joven aprendiz de mercader, con deseos de ser caballero, acepta el homenaje que se le rinde y empieza a dar el primer paso sobre el manto extendido en forma de alfombra: ¿Qué futuro le espera? El camino parece claro: desde su posición de rico mercader al estamento noble y caballeresco (los dos personajes que se encuentran frente a él, con escudos y blasones en sus ropas, parecen representar dicho estamento aristocrático). El hecho de que sólo un pie esté sobre el manto y el otro quede fuera, muestra la ambigüedad de la escena: ¿Es este tipo de gloria “mundana” la que le espera o será más bien otra? Francisco parece dudar, aunque el gesto de su mano derecha indica aceptación, consentimiento. No debemos olvidar que, aunque Giotto dibuja una enorme corona sobre la cabeza de Francisco, ¡anticipando su santidad!, el hijo de Pedro Bernardone tiene 25 años y posee todo lo necesario para seducir, triunfar y deslumbrar. Y no se priva de ello. Fácilmente excéntrico, le gusta hacerse notar. Ambicioso, sueña con poseer la vida a manos llenas. Los honores militares, la gloria y la celebridad asedian su mente, de ahí que no rechace un gesto de tan alta distinción hacia su persona. Pero el proyecto de Dios sobre él es mucho mayor, tal y como irá comprendiendo poco a poco…
Puedes ver el cuadro original aquí.