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Del evangelio de san Lucas 21, 25-28.34-36. Adaptación.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus amigos: 

«Cuando todo esté triste y oscuro, levantaos, alzad la cabeza. Cuidaos, que vuestro corazón no se cierre. Estad siempre atentos y despiertos, cuando haga frío, cuando haga calor, por la noche y por el día, y manteneos en pie ante el Hijo del hombre».

Querido Jesús, a veces yo también camino con la cabeza baja, como el niño que veo en la imagen. A veces me siento triste, preocupado o con miedo, y solo miro hacia abajo. Me olvido de todo lo bonito que has hecho para mí y creo que estoy solo.

Pero hoy me pides que haga algo diferente. Me dices: ¡Levanta la cabeza! Tú quieres que mire hacia adelante, que vea el cielo, los árboles, a mis amigos y a mi familia. Me recuerdas que siempre estás a mi lado, ayudándome, cuidándome y dándome fuerzas.

Jesús, 

ayúdame a levantar la cabeza, 

a sonreír y a ver todas las cosas 

lindas que has puesto en mi vida. 

Quiero sentirme alegre y confiado, 

sabiendo que nunca estoy solo 

porque tú estás conmigo. Amén

Hoy levantaré la cabeza, miraré alrededor y estaré atento a todo lo que sucede.