Del Evangelio de san Lucas 13, 1-9
Jesús, les dijo esta parábola:
«Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.
Dijo entonces al viñador:
“Ya ves, tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a perjudicar el terreno?”
Pero el viñador respondió:
“Señor, déjala todavía este año y mientras tanto yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto en adelante. Si no, la puedes cortar.”»
Nada de lo que me ocurre es un castigo por algo que haya podido hacer. De hecho, si tengo algo claro es que tú nunca fallas y siempre nos acompañas, permaneciendo paciente a nuestro lado.
Por eso hoy te pido fortaleza para trabajar y vivir acorde a lo que tu Hijo nos enseñó, sin buscar comparaciones con otros y sin miedo a castigos divinos. Gracias porque tú, al igual que el viñador, eres el que mejor conoce “el terreno” donde estoy “plantado” y siempre me das una nueva oportunidad para dar fruto en abundancia.
Amén.
Hoy voy a pensar en alguien que esté pasando un mal momento y voy a rezar por él durante unos días.
