Vivimos en un mundo en el que etiquetamos a las personas. En las noticias siempre vemos cómo la gente está dividida por tener diferentes opiniones. No intentamos resolverlos sino que vivimos enfrentados y muchas veces enfadados los unos con los otros. Siempre creemos que nuestra opinión es la más importante y la única que vale. Además, las redes sociales empeoran esta situación, permitiéndonos decir prácticamente lo que queramos, sin importar el daño que hagamos o la verdad de lo que contemos.

Esto debe cambiar, solo las personas buenas son capaces de reconocer sus errores, de escuchar a los demás y de dialogar sobre cualquier tema.

Jesús, en este día te pido que me enseñes a respetar y tratar con cariño a los demás. Ayúdame para que sepa decir palabras hermosas que hagan sentirse a los demás aceptados y queridos.

Amén.