Señor Jesús,

también a mí me gustaría hoy

comprometerme a aceptar lo que me propongas,

pero siento dentro de mí una lucha interior

que me revela débil, dubitativo, pequeño.

Por eso, en mi oración de hoy, te pido que aumentes mi fe,

de modo que tus caminos, tus mandatos, tus preceptos y decretos

se hagan vida en mí.

Que sea lo que Tú quieres.

Que quiera lo que Tú quieres.

Señor Jesús,

hazme fuerte para aceptar tus planes para mí.

Hazme humilde para acoger tu voluntad en mi vida.

Hazme disponible y veraz.

Hazme instrumento de tu Gracia para con todos.

Haz que sea lo que Tú quieres.

Haz que quiera lo que Tú quieres.

Señor Jesús,

hoy quiero comprometerme a escuchar tu voz.

Hazme dócil a ella.

Haz que cada palabra tuya

sea para mí contenido de mi oración,

una herramienta para mi acción

y un motivo de agradecimiento.

Haz que tu Palabra me conduzca por tus caminos

y me haga vivir con coherencia y en verdad tus mandamientos.

De modo que en mí sea lo que Tú quieres.

Y que yo quiera lo que Tú quieres.

Así sea.