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Del Evangelio de san Lucas 11, 29-32. Adaptación.

Hace mucho tiempo, la gente iba corriendo a ver a Jesús y Jesús les decía: 

«Recordad la historia de Jonás. Aquí hay alguien más importante que él».

Jesús, hoy me cuentas la historia de Jonás.
No quería irse lejos de su casa para contar a la gente lo bueno que eras, porque los que vivían allí eran malos y quería que Dios les castigará. Se quiso ir de tu lado, no hacerte caso. Pero con la tormenta, Dios le enseñó que tenía que hacer caso, era culpa suya. Dentro del pez Jonás se dio cuenta de que tenía que hacer lo que Dios le decía, rezó mucho y se arrepintió.

Gracias, Jesús, por la historia de Jonás, porque nos enseñas que Dios siempre quiere que estemos a su lado, que quiere a todo el mundo, incluso a los malos y que les perdona siempre.
Ayúdame, Jesús, a perdonar a los demás también y a querer a todo el mundo. Conviérteme, Jesús, conviérteme a tu amor, transforma mi corazón para que me parezca más a ti.
Amén.

Hoy voy a contar a mis padres la historia de Jonás y a decirles que he aprendido que Dios siempre quiere que esté a su lado.