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Del Evangelio de san Juan 7, 40-53. Adaptación. 

Jesús habló a mucha gente. Nadie sabía quién era y cada uno decía una cosa diferente. Entre la gente surgió una discusión y se enfadaron.

esús, cuando escucho tus palabras, a veces solo las recuerdo un poquito, pero otras veces me ayudan mucho. ¡Quiero escucharte siempre con mucha atención y aprender de ti!

A veces, las personas dicen muchas cosas sobre los demás, cosas que no son bonitas ¡y no les conocen!  Yo también a veces pienso cosas de otros sin conocerlos bien. Incluso les hablo mal. Y les ponemos etiquetas como las de la foto. Esas etiquetas no solo llevan su nombre, también ponemos en ellas lo que pensamos de los demás. 

Jesús, ayúdame, a ver a las personas con cariño, como tú las ves.

Jesús, pronto recordaremos cuánto nos amas, con locura. 

¡Eres nuestro amigo 

y queremos estar siempre contigo! 

Abre mi corazón para amarte más cada día.

¡Gracias, Jesús, por quererme tanto! Amén.

Hoy voy a rezar por la guerra en el mundo, especialmente en la tierra en la que nació y vivió Jesús.