Del Evangelio de san Juan 8,31-42. Adaptación.
Hace mucho tiempo, dijo Jesús a los judíos: «Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad amigos míos».
Seguro que a ti te gusta jugar con tus juguetes. Ser libre es como tener alas para volar y hacer lo que te gusta. El señor de la imagen no puede, tiene sus manos atadas a una cadena.
A veces queremos muchos juguetes o chuches, pero si solo pensamos en eso, no somos libres. Es como si estuviéramos en una jaula invisible de la que no podemos salir.
Jesús nos enseña que ser libres es amar. Cuando queremos a los demás, cuando ponemos nuestro corazón en los otros, en mis amigos, en mis papis, en mis profes, somos como pajaritos que cantan felices.
San Francisco ya sabéis que vivía con su papá y su mamá y eran ricos. Pero él, no era feliz. Un día, descubrió que lo más importante era amar a Dios y a los demás. Entonces, se sintió libre de verdad y su corazón se llenó de alegría.
Jesús, ayúdanos a amar más y a ser mejores amigos.
Queremos ser libres para jugar,
para cantar, como san Francisco de Asís. Amén.
Hoy, cuando rece por la noche, pediré perdón a Jesús por todo aquello que me hace estar lejos de él.
