3 diciembre, 2021
Los desiertos florecen
2. Escucha
Isaías (Is 29,17-24)
Así dice el Señor: «Pronto, muy pronto, el desierto se convertirá en un bosque; aquel día, oirán los sordos las palabras del libro; sin tinieblas ni oscuridad verán los ojos de los ciegos. Los oprimidos volverán a alegrarse con el Señor, y los más pobres gozarán con el Santo de Israel; porque se acabó el opresor, terminó el cínico; y serán aniquilados los despiertos para el mal».
3. Reza
Señor Jesús, así deseamos nosotros todo o casi todo, todos los días: pronto, muy pronto. Somos hijas e hijos del ya, del ahora, del instante. Pero tu Palabra nos recuerda que ese “pronto, muy pronto”no nos pertenece, sino que sólo a ti te corresponde marcarlo. Haznos mujeres y hombres colmados de esperanza en ti.
Señor Jesús, necesitamos que los desiertos de nuestra vida, de nuestras relaciones, de nuestro entendimiento, de nuestro poner en práctica lo que sabemos debemos hacer, de nuestro compromiso con el proyecto de mejora del mundo, florezcan y los conviertas en espacios en los que la vida y la esperanza no se anhelen porque ya sean una realidad.
Señor Jesús, necesitamos que sanes nuestras cegueras, que se acabe tanta opresión y tanta falta de dignidad, que la alegría sea compartida por todos, que no haya opresores ni oprimidos, que todos podamos descubrir la grandeza de ser felices siendo buenos.
Así lo necesitamos. Así te lo pedimos. Así sea. Amén.
4. Vive
Hoy voy a ser “bueno”. Con todo lo que eso implica. Por lo menos lo voy a intentar con todas mis fuerzas.